MANIFIESTO DE LA VIDA CONSAGRADA EN COSTA RICA
Las Consagrados y Consagradas que caminamos en esta bella tierra de Costa Rica, acompañando a las y los costarricenses en este Año de la Vida Consagrada al que nos ha convocado el Papa Francisco, queremos manifestar:
SOMOS:
- Plenamente hombres y mujeres, llamados por el Señor a esta bella vocación consagrada que da sentido a nuestra vida y nos hace inmensamente felices.
- Alrededor de 1.200 Consagrados y Consagradas en Costa Rica pertenecientes a unos 80 Institutos. Presentes y comprometidos en el campo de la salud y de la educación, tanto formal en escuelas, colegios y universidades, como de niños y jóvenes en riesgo social, atendemos ancianos y ancianas, colaboramos con la pastoral de la Iglesia hasta en los lugares más alejados, luchamos en comisiones por la justicia y la paz, contra la trata de personas, acompañamos a los pueblos indígenas, a los migrantes y refugiados, defendemos y cuidamos nuestra casa común el planeta¼
- Somos Iglesia Católica, pueblo de Dios, que peregrina en Costa Rica, junto con las demás confesiones religiosas. Miembros de la sociedad costarricense, comprometidos con todos los ciudadanos y ciudadanas en hacer una sociedad mejor.
ANUNCIAMOS:
- Dios es el horizonte de sentido y de plenitud para cada persona y para nuestro mundo. Con su Misericordia nos libera y nos permite vivir en la dignidad de hijas e hijos suyos.
- Estamos llamados a vivir en comunión, en fraternidad, por tener un Padre/Madre común, que es Trinidad, comunidad de amor. La fraternidad manifiesta su presencia entre nosotros.
- El mundo y la historia son escenario del designio amoroso de nuestro Dios que está construyendo su Reino. Colaborar con Él es la misión que da sentido a nuestro ser y estar en el mundo.
- Es posible vivir las «utopías», del Reino y del Evangelio, crear «otros lugares» donde se viva la lógica evangélica del don, de la acogida, de la diversidad y la inclusión, la reconciliación, la justicia y la paz.
DENUNCIAMOS:
- Las posturas reduccionistas y sectarias que pretenden opacar a Dios y eliminar su presencia en la vida pública; así como las posturas fundamentalistas que manipulan el nombre de Dios.
- Las estructuras de marginación y exclusión, los desequilibrios en nuestra sociedad entre aquéllos que derrochan y los que no tienen ni para vivir con dignidad.
- Todo aquello que atenta contra la vida y la dignidad de las personas. Los intereses mezquinos y egoístas de aquéllos que se sirven de los demás para provecho propio.
- La falta de acompañamiento y solidaridad a las poblaciones en riesgo y altamente vulnerables, entre ellas los "no nacidos", a los que se les conculca el derecho a la vida.
- La pérdida de valores que lleva a la indiferencia, la descomposición familiar, la corrupción, la inseguridad ciudadana, las adicciones y el narcotráfico, el consumismo¼
- El maltrato de nuestra casa común, la creación, tanto en el deterioro del medio natural como la perturbación del ambiente social.
NOS COMPROMETEMOS A:
- Poner al Señor en el centro de nuestras vidas, nuestros proyectos y acciones. Hacer de nuestras comunidades lugares abiertos de encuentro con Él, de escucha de su Palabra y celebración de la fe. Invitar a orar e interceder por los hombres y mujeres de nuestro país.
- Trabajar por la comunión. Vivir unas relaciones cada vez más centradas en el amor para hacer de nuestras comunidades hogares abiertos en los que todos nos sintamos acogidos y estimulados a crecer. Promover la unidad de la Vida Consagrada desde la Conferencia de Consagrados/as, la unidad de la Iglesia y de nuestra sociedad costarricense.
- Poner al servicio de la Iglesia y de la sociedad la riqueza de nuestros Carismas, regalos del Espíritu, y favorecer la participación, en ellos, de los que se sientan llamados a compartir con nosotros vida y misión.
- Trabajar por la Justicia, la Paz y la Integridad de la Creación coordinando nuestros apostolados, impulsando un trabajo en red con las instituciones sociales. Realizar opciones de solidaridad intercongregacionales con las personas que sufren en barrios empobrecidos.
- Estar insertos en nuestra realidad social y política desde los criterios del Evangelio. Cuestionar estructuras injustas. Propiciar la formación de una conciencia crítica para estar atentos a los clamores de la humanidad.
En definitiva, las Consagradas y Consagrados de Costa Rica, acogiendo la invitación del Papa Francisco, queremos ser presencia significativa y profética del Reino de Dios en donde estamos, compartiendo la vida con la gente de este país, desde la "revolución de la ternura" (EG 88) y "la medicina del a misericordia" (MV 4) y favoreciendo espacios creativos donde el Evangelio, desde nuestros Carismas, sea buena noticia, generadora de vida.
Salgamos y caminemos con María, nuestra Señora de los Ángeles, con la intercesión de nuestras Santas y Santos Fundadores y de las y los Beatos y Santos Centroamericanos, en particular de Mons. Romero.
San José a 22 de noviembre del 2015, Solemnidad de Cristo Rey, en el Año de la Vida Consagrada y a las puertas del Jubileo de la Misericordia.
LAS CONSAGRADAS Y CONSAGRADOS DE COSTA RICA
Manifiesto de la Vida Consagrada en Costa Rica Página 2