ESTAR EN EL MUNDO SIN SER DEL MUNDO
El gran reto que Cristo pone a sus apóstoles “ellos no son del mundo como yo tampoco soy del mundo. No te pido que los saques del mundo sino que los defiendas del maligno” Jn. 17,14-15..
Hoy a los sacerdotes del siglo XXI nos pueden parecer estas palabras una utopía: estar en el mundo y no ser del mundo. En medio de un mundo al que hemos sido enviados como diría Jesús, como corderos en medio de lobos, aludiendo a los peligros que nos exponemos “Así como tú me enviaste al mundo así yo también les envío al mundo..Jn.17,18
¿Para qué fue enviado Jesús al mundo? para salvar al mundo, debemos sentirnos contentos de ser elegidos para una misión tan alta: con Jesús salvar al mundo.
El mundo necesita de nuestra presencia, el mundo necesita de sacerdotes, de almas consagradas a Dios como Jesús, para entregar la vida como Jesús.
Una misión muy importante: 1.-trascendente, 2.-urgente, 3.-permanente, Trascendente porque rebasa la historia en el tiempo, urgente porque el mundo sin Dios se muere, permanente porque necesita para vivir cada día, esa vida en el espíritu que solo tú puedes dar, La vida de Cristo eucaristía.
Ser consciente de que la misión que nos ha dado Cristo es de alto riesgo, es jugarse la vida, como se la jugó Él, pero es necesario arriesgar es para valientes y audaces es para los hombres con su fe de alto voltaje , con esperanza a toda prueba, con amor sin medida,, quien busca su vida la pierde pero quien la entrega como El la gana..
Es fácil acomodarse a los criterios de un mundo confortable sin querer ver la cruz que exige seguir al maestro Jesús, dejarse llevar de la corriente, hedonista donde el cuerpo quiere que le demos gusto y mandar por encima del espíritu que nos da la verdadera libertad, fácil dejarse llevar por el mundo del poder buscando aplausos y alabanzas que alaguen nuestros oídos y alcen nuestros pies, pero quizá dejan intranquila nuestra conciencia en vez de encontrar la aprobación y la paz silenciosa de Dios , en el servicio humilde y gratuito que eleva nuestro corazón.
Es fácil aprovechar las ofertas económicas del mundo de la avaricia y el consumismo materialista, este es el mundo que nos toca vivir, un mundo engañoso donde quiere imperar el criterio relativista, donde quieren hacernos creer que todo vale,
Donde parece la indiferencia y que la guerra está declarada para el que interroga desde la verdad o habla de la puerta estrecha que lleva a la verdadera vida, de la humildad y servicio, de la renuncia al amor propio para abrirse al amor universal. ..”Hoy como lo fue Él, seremos signos de contradicción, el ya lo sabía y nos advirtió para que cuando nos pasara “acuérdense de lo que les dije, el servidor no es más que su patrón” Jn.15,20.
Nada fácil estar en el mundo a oscuras, donde nos quieren apagar las luces de la verdad y el amor, nada fácil remar contra corriente, nada fácil estar en el lodo y no mancharse.
Pero Jesús nos dice, ánimo “yo he vencido al mundo, él ruega por nosotros” yo ruego por ellos, no ruego por el mundo sino por los que tú me diste”…también por todos los que por su palabra creerán en mí que todos sean uno como Tú, Padre estás en Mí y Yo en Ti sean también uno en nosotros, así el mundo creerá que tú me has enviado” Jn.17,20
“En efecto, por la sagrada ordenación que recibisteis, y por los sacramentos que celebráis, estáis llamados a ser hombres de comunión. Así como el cristal no retiene la luz, sino que la refleja y la devuelve, de igual modo el sacerdote debe dejar transparentar lo que celebra y lo que recibe. Por tanto os animo a dejar trasparentar a Cristo en vuestra vida con una auténtica comunión con el obispo, con una bondad real hacia vuestros hermanos, una profunda solicitud por cada bautizado y una gran atención hacia cada persona. Dejándoos modelar por Cristo, no cambiéis jamás la belleza de vuestro ser sacerdotes por realidades efímeras, a veces malsanas, que la mentalidad contemporánea intenta imponer a todas las culturas. Os exhorto, queridos sacerdotes, a no subestimar la grandeza insondable de la gracia divina depositada en vosotros y que os capacita a vivir al servicio de la paz, la justicia y la reconciliación.(Benedicto XVI)
Echa andar, aquel que te ama te guía y te dice:” Id por todo el mundo, yo estaré con ustedes todos los días hasta el final del mundo.”(Mt.28,20)
Queridos fieles laicos y consagrados ¿oramos por nuestros sacerdotes para que puedan cumplir tan grande misión? ¿valoramos a nuestros sacerdotes a pesar de su fragilidad humana? y ¿Sabemos exigir en ellos esa trasparencia de Cristo a quien representan y en nombre de quien nos alimentan con los sacramentos que a ellos se les ha confiado administrar? No tapemos las heridas que podamos tener, ayudemos a curarlas.
Queridos sacerdotes a pesar de nuestra fragilidad, Dios sigue confiando en nuestras manos débiles para llevar este gran tesoro del sacerdocio, porque él con su misericordia es la única garantía de nuestro actuar, quien es fiel a él, no fracasará., El confía en nosotros a pesar de nuestros pies vacilantes para llevar su mensaje de salvación a todos los pueblos y culturas. El confía en nosotros a pesar de nuestro corazón a veces vacio y dividido porque su amor divino es más grande que nuestra mezquindad humana.
Queridos fieles consagrados y laicos ¿este día además de pedirnos Dios mostrar nuestra comunión eclesial como elemento esencial e imprescindible para cumplir su mandamiento de que seamos uno, quien permanece en mi amor como el sarmiento unido a la vid, dará mucho fruto. a todos nos pide fidelidad a nuestras promesas bautismales. No traicionar nuestra fe, no venderla por un plato de comida o unas migajas de placer. Dios nos pide vivir en la verdad, se coherentes con nuestra fe dando testimonio donde los demás puedan ver la luz no las tinieblas.
Que esta misa crismal, en que escuchareis de vuestros sacerdotes la renovación de las promesas, nos comprometa a orar por ellos y a vivir todos, la fidelidad en el amor a Dios, como preparación para la Pascua de la Semana Santa en la que nos encontramos, siendo el perfume de los santos oleos que hoy consagramos, para aliviar a nuestros enfermos en su enfermedad, para fortalecer ungiendo la frente de nuestros jóvenes confirmandos en su crecimiento espiritual, para ungir a nuestros niños en la vida nueva bautismal y derramar en las manos consagradas de nuestros sacerdotes para que ofrezcan a Dios el santo sacrificio.. por el mundo para estar en el mundo sin ser del mundo..No olvidéis queridísimos hijos las palabras de Jesús “ Yo estaré con vosotros hasta el fin del mundo , quien dé testimonio a favor de mi delante de los hombres también yo testimoniares a favor de él delante de mi Padre. Para donde esté yo esté mi servidor.